MicoPlus es un proyecto de la Confederación de Organizaciones de Selvicultores de España –COSE-, cuyo objetivo es avanzar en la regulación del aprovechamiento micológico y su comercialización a través de una iniciativa pionera basada en la organización de los propietarios forestales para gestionar colectivamente zonas acotadas de aprovechamiento micológico regulado mediante sistemas de permisos de recolección y puesta en marcha de un contrato tipo agroalimentario de hongos silvestres homologado por el MAPAMA, con el fin de conservar los montes mediante la puesta en valor de sus productos sin agotar los recursos naturales.

COSE tuvo la oportunidad de presentar esta iniciativa en la primera Feria-Seminario sobre Micología en el municipio de Gúdar (Teruel), celebrada este pasado fin de semana.

“Es muy importante conocer los recursos que tenemos y, ante todo, respetarlos –señaló Alberto Izquierdo, Alcalde de Gúdar y Vicepresidente de la Comarca Gúdar Javalambre, en la presentación de las jornadas técnicas de este evento-. En esa convivencia inevitable entre el medio rural y las personas que allí habitan con las personas que lo visitan”.

 

De izquierda a derecha Patricia Gómez Agrela, gerente de COSE, Alberto Izquierdo, Alcalde de Gúdar, e Ignacio Pérez-Soba, Decano del Colegio de Ingenieros de Montes de Aragón.

 

Las setas importan e interesan mucho a quienes habitan y a quienes visitan esta comarca. La clave y la base del futuro del recurso micológico son el respeto a la propiedad y las buenas prácticas en su recolección.

“El monte y sus recursos no están ahí por casualidad –remarcó Alberto Izquierdo-. Están ahí cuando vamos porque las personas que habitan en sus pueblos cuidan de él y lo gestionan. Lo único que se pide a quien visita el monte es que lo respete. Nadie rechaza que se visite el monte, queremos que la gente visite los pueblos y su entorno, pero es fundamental que entre todos lo cuidemos, para que siempre esté ahí, ofreciéndonos todo lo que tiene, que es mucho”.

Ignacio Pérez-Soba, Decano del Colegio de Ingenieros de Montes de Aragón, habló a los asistentes a la feria-seminario sobre la propiedad de las setas, desde el punto de vista jurídico. Apuntó la circunstancia de que “puede haber aprovechamiento libre de bienes que, en principio, se desarrollan sobre terrenos ajenos”. En plena comarca de Gúdar-Javalambre, Pérez-Soba hizo un repaso de la normativa aragonesa sobre el aprovechamiento micológico. Y aludió especialmente al decreto de 2014 sobre recogida de setas, vinculado a la Ley de Montes de Aragón.

Tras exponer las virtudes y carencias de esta normativa, el Decano del Colegio de Ingenieros de Montes de Aragón planteó la necesidad de habilitar una línea de fomento de la micología forestal, bajo la convicción de que “los montes tienen que ser productores de bienes y servicios, y esa es la mejor manera de que estén bien defendidos”.

 

 

Ignacio Pérez-Soba aboga por que el monte genere para la población más cercana unos bienes tangibles; de tal manera que ellos vean, a su vez, que obtienen algo concreto del monte, y lo vean como algo propio. No sólo como algo de lo que disfrutar. En este planteamiento, el recurso micológico es un paradigma, y una actividad cada año más importante para muchos municipios del mundo rural. “En ese aspecto, la normativa aragonesa no dice nada –concluyó el ponente-. Queda abierta la posibilidad de que el Gobierno tome la iniciativa de impulsar a la sociedad civil y a las autoridades locales en la regulación, la profesionalización y clarificación del sector”.

“Queremos poner en marcha la puesta en valor del recurso micológico”, afirmó Patricia Gómez Agrela, gerente de COSE –Confederación de Organizaciones de Selvicultores de España-. “El propietario forestal, que es el dueño de las setas, no puede quedar fuera de la cadena de valor”.

La seta es un recurso muy apreciado, tiene mucho valor en el mercado, pero “la riqueza que genera no revierte casi nunca en el propietario forestal ni en los municipios donde se produce”.

COSE está trabajando para que el propietario se pueda incorporar a esa cadena de valor, y para que las setas formen parte del motor económico de muchas zonas rurales. La comercialización de este recurso sigue siendo “opaca”, y COSE aboga por una trazabilidad, “necesaria para asegurar la seguridad alimentaria” y también para poner las bases fiscales de las transacciones que se llevan a cabo con las setas. “Queremos transparencia, para alcanzar un sector saneado, del que todos nos podamos beneficiar”, concluyó Patricia Gómez.

Ambos ponentes coincidieron en la necesidad de regular este aprovechamiento forestal, para conservar el recurso y también defender los derechos de los propietarios.